miércoles, 10 de septiembre de 2008

Más-caras


" El mundo entero es un teatro, y todos los hombres y mujeres simplemente comediantes. Tienen sus entradas y salidas, y un hombre en su tiempo representa muchos papeles, y sus actos son siete edades. Primero, es el niño que da vagidos y babea en los brazos de la nodriza; luego, es el escolar lloricón, con su mochila y su reluciente cara de aurora, que, como un caracol, se arrastra de mala gana a la escuela. En seguida, es el enamorado, suspirando como un horno, con una balada doliente compuesta a las rejas de su adorada. Después, es un soldado, aforrado de extraños juramentos y barbado como un leopardo, celoso de su honor, pronto y atrevido en la querella, buscando la burbuja de aire de la reputación hasta en la boca de los cañones. Más tarde, es el juez, con su hermoso vientre redondo, rellene de un buen capón, los ojos severos y la barba de corte cuidado, lleno de graves dichos y de lugares comunes. Y así representa su papel. La sexta edad nos le transforma en el personaje del enjuto y embabucado Pantalón, con sus anteojos sobre la nariz y su bolsa al lado. Las calzas de su juventud, que ha conservado cuidadosamente, serían un mundo de anchas para sus magras canillas, y su fuerte voz viril, convertida de nuevo en atiplada de niño, emite ahora sonidos de caramillo y de silbato. En fin, la última escena de todas, la que termina esta extraña historia llena de acontecimientos, es la segunda infancia y el total olvido, sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada. "

Como gustéis (1600) William Shakespeare

4 comentarios:

Unknown dijo...

Que bueno el señor William, todos somos comediantes y ponemos la cara que mas nos conviene en cada momento, aunque por dentro odiemos a esa persona a la que sonreímos. Es la premisa del Dr. House: “Todo el mundo miente”. ¿Qué mascara debo llevar yo? Hace tiempo que perdí la fe en la raza humana, que decepción. Gran fragmento el que has puesto en esta entrada.

rossae dijo...

Máscara? Creo que en realidad tenemos muchas, y algunos demasiadas... Ellas toman diferentes formas como la diplomacia forzada, la hipocresía, la falsedad, el cinismo; aunque también las inventamos para protegernos, ocultarnos, reservarnos... Quién diga que nunca ha llevado una de ellas que tire la primera máscara, digo piedra... Nota: la pérdida de la fe en la raza humana cada vez es algo más generalizado; por mi parte me quedo con lo "sublime", lo convierte en más llevadero...

Gracias una vez más, dante.

Martín Garrido dijo...

El mundo es un gigantesco escenario, qué duda cabe... Todos somos actores, y eso es lo preocupante, porque de alguna manera es como si alguien hubiese calculado nuestros movimientos, como si estuviésemos aquí para hacer algo preparado de antemano. Y con respecto a lo que dice Dante, yo parafrasearé a Schopenhauer: La vida es un proceso de desilusiones, puesto que todo lo que nos ocurre está calculado para eso: desilusión...

Un saludo.

rossae dijo...

Cierto Martín, a veces da la sensación de que el destino es algo que está escritocomo si de un guión se tratara, o eso dicen. Desde mi más humide punto de vista creo que de alguna manera así es, pero con el tiempo he aprendido que salvo ciertas circunstancias que no estan en nuestras manos modificarlas, el resto de ese destino lo creamos nosotros, con máscara o sin máscara...

Saludos!