lunes, 8 de septiembre de 2008

Miedo de sí mismo


" Lord Henry Wotton: No existe aquello llamado buena influencia, señor Gray. Todas las influencias son inmorales-inmorales desde el punto de vista científico.
Dorian Gray: Porqué?
Lord Henry Wotton: Porque influenciar a una persona es darle nuestra propia alma. Esta no tendrá sus propios pensamientos, y se incendiará con sus propias pasiones. Sus virtudes no serán reales, sus pecados, si existen los pecados, serán prestados. Se convierte en el eco de la música de otro, el actor de una parte que no ha sido escrita para él. El objetivo de la vida es el desarrollo de su propio yo. Encontrar su naturaleza apropiada, es esto por lo que cada uno de nosotros estamos aquí. El mundo tiene miedo de sí mismo, se han olvidado de la mayor de todas las obligaciones, la propia. Claro que son caritativos, alimentan al hambriento, y visten a los mendigos. Pero su propio ser está famélico y desnudo. La valentía huyó de nuestra raza. Tal vez nunca la tuvimos. El terror a la sociedad, que es la base de la moral, el terror a Dios, que es el secreto de la religión, estas son las dos cosas que nos gobiernan. Y sin embargo... Sin embargo, creo que si un hombre viviera su vida completamente y hasta el límite, si le diera forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada sueño. El mundo alcanzaría un impulso tan fresco de alegría que olvidaríamos lo malo de la mediocridad, y regresaríamos a la época helénica ideal, a algo más dulce, más rico, que el ideal helénico. Pero hasta el hombre más valiente tiene miedo de sí mismo...Se ha dicho que los mayores acontecimientos del mundo suceden en nuestro cerebro. Es en el cerebro, y sólo en él, donde los grandes pecados del mundo suceden. Usted señor Gray, usted mismo, con su sonrosada juventud y blanca adolescencia, ha tenido pasiones que le asustaron, pensamientos que le llenaron de terror, sueños estando despierto y dormido cuyos recuerdos podrían manchar sus mejillas de vergüenza.
(...)
Se frotó los ojos, y se acercó al cuadro y lo examinó de nuevo. No había señales de cambio alguno cuando miró la pintura, y sin embargo no quedaba duda que la expresión se había alterado. No era sólo su propia impresión. Era horriblemente obvio. Se lanzó sobre la silla, y empezó a pensar. De repente pasó por su mente lo que había dicho en el estudio de Basil Hallward el día que el cuadro fue terminado. Lo recordaba perfectamente. Pronunció un deseo enfermizo de que él pudiera permanecer joven, y que el cuadro envejeciera; que su hermosura permaneciera inalterada, y que su rostro en la tela soportara la carga de sus pasiones y pecados; que la imagen pintada se marchitara con las líneas del sufrimiento y el pensamiento, y que él mantuviera la flor y el encanto casi consciente de su adolescencia. Con seguridad su deseo no se había cumplido? Esas cosas son imposibles. Era monstruoso sólo pensar en aquello. Y sin embargo, ahí estaba el cuadro frente a él, con un toque de crueldad en la boca. "

El retrato de Dorian Gray (1891)
Autor: Oscar Wilde

6 comentarios:

Unknown dijo...

Conozco la historia de Dorian Grey pero nunca me he leído el libro, lo pondré en la lista, para cuando acabe “Te daré la tierra”. Buena entrada.

rossae dijo...

No conocía el libro que estás leyendo... Barcelona en el s. XI. Parece interesante, tomo nota! Gracias, me alegro de que te haya gustado.

Martín Garrido dijo...

Dorian Grey es una gran novela. Recuerdo que hace un par de años vi la última versión teatral de la misma estrenada en Madrid, producida por Juanjo Seoane e interpretada por mi amigo Juan Carlos Naya y uno de los chicos de aquella infumable serie llamada Al salir de clase. Los actores estaban para matarlos, igual que la versión y su dirección. No la vi en Madrid, sino en Ciudad Real, donde me encontraba de paso... La gente se dormía antes del intermedio, bosteza constantemente, hablaba en susurros de temas que no tenían ninguna relación con lo que estaban mirando sin ver... Una verdadera lástima. Quizás algún día me decida y haga mi propia versión, ya veremos...

Un saludo.

rossae dijo...

Cierto, gran novela, y si tengo en cuenta que tu primera pelicula tan aplaudida como apedreada le gusto (mutilada o no, aunque era algo que desconocía) a la que escribe espero que algún día lleves a cabo esa versión... intuyo, que al menos a mí, no me decepcionará... Nota: Acabo de descubrir que también eres pintor, grata sopresa.

Gracias por pasarte por aquí.

Un saludo.

El Diablo Des. dijo...

Este es uno de esos libros escurridizos que por azares del destino, nunca esta listo para ser leído cuando yo estoy listo para leerle. Es uno de esos amores perturbados tan orgulloso el libro como yo.

rossae dijo...

Mal enemigo el orgullo en lo que al amor se refiere... ¿ Quién cederá antes el diablo o Gray?