sábado, 13 de septiembre de 2008

Belleza pura


Detalle de la obra "El nacimiento de Venus"(1484) de Sandro Botticelli

"Pensó, naturalmente, que nunca había olido nada tan hermoso. Sin embargo, como conocía los olores humanos, muchos miles de ellos, olores de hombres, mujeres y niños, no quería creer que una fragancia tan exquisita pudiera emanar de un ser humano. Casi siempre los seres humanos tenían un olor insignificante o detestable. El de los niños era insulso, el de los hombres consistía en orina, sudor fuerte y queso, el de las mujeres, en grasa rancia y pescado podrido. Todos sus olores carecían de interés y eran repugnantes... y por ello ahora ocurrió que Grenouille, por primera vez en su vida, desconfió de su nariz y tuvo que acudir a la ayuda visual para creer lo que olía. La confusión de sus sentidos no duró mucho; en realidad, necesitó sólo un momento para cerciorarse ópticamente y entregarse de nuevo, sin reservas, a las percepciones de su sentido del olfato. Ahora "olía" que ella era un ser humano, olía el sudor de sus axilas, la grasa de sus cabellos, el olor a pescado de su sexo, y lo olía con el mayor placer. Su sudor era tan fresco como la brisa marina, el sebo de sus cabellos, tan dulce como el aceite de nuez, su sexo olía como un ramo de nenúfares, su piel, como la flor de albaricoque... y la combinación de estos elementos producía un perfume tan rico, tan equilibrado, tan fascinante, que todo cuanto Grenouille había olido hasta entonces en perfumes, todos los edificios odoríferos que había creado en su imaginación, se le antojaron de repente una mera insensatez. Centenares de miles de fragancias parecieron perder todo su valor ante esta fragancia determinada. Se trataba del principio supremo, del modelo según el cual debía clasificar todos los demás.

Era la belleza pura."

Fragmento del libro "El perfume" (1985) Autor: Patrick Süskind

6 comentarios:

terry dijo...

Ahora filoso feo un poco, me marea pensar que la belleza se pueda medir de 1 a 10. Siempre que rozamos la tangente donde la verdad, solo tiene un color, por un instante podemos sentirnos estupendos, pero esa fuerza de la costumbre, de alimentar la mentira nos arrastra en esa marea y, como marisca dores de la perla nos encontramos entre esas dos superficies viajando con nuestro pequeño corazón submarino.

Unknown dijo...

Vaya olfato tenía Grenouille, encontró su perfume perfecto en aroma de una mujer, eso es un gran acierto, fallo en la manera de hacerlo, un “psicópata” antiguo un tanto peculiar. Es un relato original, la película que hicieron no me gusto demasiado y sobre “El nacimiento de Venus” pues no hay nada que añadir, salta a la vista.:)

rossae dijo...

Cierto terry, todo es subjetivo...

rossae dijo...

Es uno de mis libros favoritos, mucho antes de llevarlo al cine, que como ocurre con casi todas esas peliculas que proceden de una novela, mi listón era muy alto y no alcanzó ni la mitad.
Venus... tú lo has dicho... nada que añadir, la imagen habla...

Anónimo dijo...

hola saludos
que sentido del olfato tan desarrollado

me gusto tu escrito, intentare pasearme por aqui mas seguido

byE

saludos desde durango mexico

rossae dijo...

Gracias ave de destinfalo... Pasa cuando quieras, no hay puertas.


Saludos.